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Mostrando entradas de febrero, 2007

El Corazón...

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El corazón, ese malhadado invento incrustado en el pecho y en la cabeza, siempre el corazón. Ese maldito tambor que anunciaba tu presencia y ahora delata tu ausencia; el aeropuerto ya esta vacío y yo encuentro las monedas que escondiste en mi bolsillo el momento de abrazarme, pretendes tal vez que compre otra vida y me olvide de vos, o ya sabes que soy un distraido y de repente no tengo como volver a casa, allá donde ya no estás. El corazón en el vidrio, loco por ignorar que te vas, rugiendo más que ese motor que te lleva. El corazón viendo como está decolando el CORAZÓN para ya no volver más. Me has prometido que vas ha regresar, aunque sea en cincuenta años. Te lo he hecho prometer por orgullo y vanidad, para que cuando regreses, veas como sigue latiendo por vos este maldito corazón, fuerte y de prisa, tal como lo oiste al cruzar la puerta por primera vez. Que ojala fuese la última de este corazón, que no se puede arrancar ni callar. Que no puede dejar de ser tan ...

De Vuelta...

De vuelta a casa. Donde el espacio es éter, infinito y locuaz. Vuelve el perro arrepentido, de haberse disuelto en los días sin mayor explicación que esta ingratitud que lo caracteriza. Ha pasado mucha agua bajo el puente en este mes de ausencia bloggera, algunos me han echado de menos y hasta han preguntado por mi, otros ni siquiera se han mosqueado por mi larga ausencia, para ellos felicidades, dicen que el mundo es de los despreocupados. De todos modos después de la brutal tercera farra que ya es de casi un mes y después del carnaval, vuelvo, donde ustedes amigazos que bien hacen en comprender que no he podido participar ni comentar en sus bloggs y ya me estaré poniendo al día en este espacio, esta casa sin techo donde soy feliz. Un regalo un poco tardío por carnavales, esperando se la hayan pasado bien. La comparsa “Los hijos del cataclismo” ¡Ahí esta, ya le digo! ¡ya vienen las comparsas! (...) Lo cierto es que en un abrir y cerrar de ojos la casa se vio invadida por una rugiente